En una reunión celebrada en el salón de la unión de comerciantes del UCLA en Huejutla, 90 vendedoras de enchiladas se reunieron con la Comisión para la Protección Contra Riesgos Sanitarios de Hidalgo (Copriseh) para abordar las preocupaciones surgidas a raíz de un incidente en el que 17 personas resultaron intoxicadas durante un evento de una vendedora ambulante.

La solicitud principal de las «enchiladeras» se dirigió a la población, pidiendo que no estigmatice el producto alimenticio en general debido a un único incidente. Lidia Vite Cruz, coordinadora municipal del mercado, junto con Enrique Orta Lara y Crisóforo Romero Escudero, representantes del comité del UCLA, fueron los portavoces de este grupo, respaldados por el doctor Jesús Rodríguez, jefe de la jurisdicción sanitaria en Huejutla, y Luis Alberto Mercado Hernández, titular de la Copriseh en Hidalgo.

Durante la reunión, las vendedoras expresaron su preocupación por la falta de inspecciones y vigilancia en los productos alimenticios de las vendedoras ambulantes. Se destacó que hasta la fecha, la Copriseh y Salud se enfocan en revisar los establecimientos y puestos fijos, sin abordar la situación de las vendedoras ambulantes, lo que podría llevar a casos de intoxicación.

Las comerciantes también señalaron la escasa presencia de los servicios de salud en sus actividades diarias, y afirmaron que las visitas de la Copriseh y Salud son insuficientes y las capacitaciones son limitadas, ya que solo asisten de 10 a 15 personas cuando el gremio cuenta con más de 100.

Además, las vendedoras instaron a los funcionarios de salud a hacer cumplir las normativas, exigiendo el uso de indumentaria adecuada, como cubrebocas, cubrepelo, guantes y materia prima de calidad para la elaboración de los productos. Subrayaron la necesidad de establecer un orden efectivo para evitar eventos como la intoxicación pasada, que puso en peligro la salud de la población.

La Copriseh emitirá un comunicado aclaratorio donde destacará que el problema de la intoxicación no se causó por las vendedoras de enchiladas del mercado, sino por vendedoras ambulantes. Además, se comprometen a continuar con registros y cursos en materia de salud para garantizar la seguridad alimentaria en la comunidad.