En un hecho trascendental que marcó la historia de México, el 15 de enero de 1869, el Congreso de la Unión emitió el decreto de creación del estado de Hidalgo, cumpliendo con las condiciones estipuladas en la Constitución de 1857 durante la sesión celebrada el 1 de diciembre de 1868.

La génesis de la erección de Hidalgo se remonta a 1862, cuando el Estado de México, en un esfuerzo por defenderse de la invasión francesa, se dividió en tres distritos militares. El segundo distrito, con capital en Actopan, comprendía aproximadamente las demarcaciones que hoy conforman el estado de Hidalgo. La lucha contra los franceses, que culminó con la toma de Huejutla por Antonio Reyes El Tordo el 21 de mayo de 1866 y la derrota de un grupo francés en Casas Quemadas por el coronel José María Pérez el 8 de noviembre de ese año, allanó el camino para la creación de la nueva entidad.

La victoria republicana sobre el imperio de Maximiliano fue fundamental para que líderes como Manuel Fernando Soto, Antonio Tagle, Manuel T. Andrade, Cipriano Robert, Protasio Tagle, Gabriel Mancera, José Luis Revilla y Justino Fernández impulsaran desde el Congreso de la Unión la creación de Hidalgo como estado independiente.

El 16 de enero de 1869, el presidente Benito Pablo Juárez García formalizó la erección de Hidalgo, abarcando los distritos de Actopan, Apan, Huscazaloya, Huejutla, Huichapan, Pachuca, Tula, Tulancingo, Itzmiquilpan, Zacualtipán y Zimapán.

Como parte de este proceso histórico, el coronel Juan Crisóstomo Doria se designó como gobernador provisional, estableciendo su sede en Pachuca de Soto, distrito que posteriormente se convertiría en la capital del estado. Hoy, Hidalgo conmemora 155 años como un ente federativo que ha contribuido significativamente al desarrollo y la diversidad cultural de México.