La Fiscalía General de la República (FGR) ha sacudido el caso del asesinato del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido hace casi 30 años, al hacer pública una revelación sorprendente. En un comunicado, la FGR señala la existencia de elementos que respaldan la teoría de un segundo tirador en los trágicos hechos ocurridos en Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California.

La FGR presenta un extenso conjunto de pruebas que vinculan a Jorge Antonio Sánchez Ortega, exagente del desaparecido Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), con la presunta participación como segundo tirador. Por primera vez, la FGR conecta al exsecretario de Seguridad Pública Genaro García Luna, actualmente preso en Estados Unidos, con el encubrimiento de este segundo implicado, durante el tiempo en que García Luna ocupaba el cargo de subdirector operativo en el CISEN.

Enfatizando esta nueva línea de investigación, la FGR lamenta la actuación del juez quinto de distrito de procesos penales federales, Jesús Alberto Chávez Hernández, quien, según la Fiscalía, actuó con evidente parcialidad al no admitir la petición de aprehensión contra Sánchez Ortega. Ante esto, se anunció la intención de apelar esta decisión.

La FGR no proporciona detalles adicionales sobre esta nueva perspectiva del caso, que difiere de la versión mantenida por la extinta Procuraduría General de la República (PGR), que señalaba a Mario Aburto como único responsable del asesinato de Colosio el 23 de marzo de 1994.

Las pruebas presentadas por la FGR indican la presencia de Sánchez Ortega en el lugar del homicidio en el momento del crimen, con una diferencia de segundos entre ambos disparos. Testimonios y evidencia física, como la ropa manchada con sangre de la víctima, respaldan esta versión. Sin embargo, se destaca que Sánchez Ortega fue liberado en lo que se califica como un encubrimiento delictivo, vinculando directamente a Genaro García Luna en esta acción.

Además, la FGR presentó pruebas de análisis de sangre que indican la presencia del tipo de sangre de Colosio en la ropa de Sánchez Ortega, junto con análisis de rodizonato que sugieren su participación en el disparo de un arma durante el incidente.

El abogado de Mario Aburto, Jesús González Schmal, reconoció la novedad de vincular a García Luna en el caso y expresó que esta teoría podría ser esperanzadora para descubrir la verdad. Se señala que la mitad de los testigos que comparecieron han fallecido, generando incertidumbre sobre la posibilidad de obtener más información. La revelación de la FGR abre una nueva etapa en la investigación del asesinato que marcó un antes y un después en la historia política de México.