La celebración del triunfo de los «Jefes» de Kansas City en el Super Bowl se vio ensombrecida por la violencia cuando varios disparos resonaron en las inmediaciones de Union Station durante el desfile de victoria el pasado 11 de febrero. La Policía de Kansas City emitió una serie de mensajes urgentes a través de las redes sociales, instando al público a abandonar el área y confirmando la detención de dos personas armadas.

«Se han realizado disparos alrededor de Union Station. Por favor, abandonen el área», tuiteó la Policía en X, alertando a la población sobre la situación de peligro que se estaba desarrollando en el centro de la ciudad. El caos y la confusión se apoderaron rápidamente de los asistentes al desfile, mientras las autoridades trabajaban para asegurar la zona y proteger a los ciudadanos.

«Los agentes están trabajando para despejar Union Station. Dejaremos salir a todos los que estén dentro del edificio. Todavía estamos tratando de determinar el número de víctimas de los disparos», continuó el comunicado de la Policía. La incertidumbre y la angustia se palpaban en el ambiente mientras se esperaban noticias sobre la magnitud del incidente y el estado de las personas afectadas.

Ante la urgencia de la situación, las autoridades instaron al público a evacuar el área lo más rápido posible para permitir la atención médica adecuada a las víctimas del tiroteo. «Cualquier persona que esté cerca debe abandonar el área lo más rápido y seguro posible para facilitar el tratamiento de las víctimas del tiroteo. Eviten el área del estacionamiento de Union Station para permitir el paso de los socorristas», declaró la Policía.

En medio del caos, la confirmación de la detención de dos personas armadas ofreció un atisbo de esperanza de que la situación pudiera ser controlada y que los responsables del acto violento fueran llevados ante la justicia. Sin embargo, aún no se dispone de información sobre el número exacto de víctimas ni sobre la gravedad de las lesiones sufridas.