Alrededor de las 10:30 de la mañana del pasado domingo, la plancha del Zócalo de la Ciudad de México se vio abarrotada por una multitud que acudió en respuesta a la convocatoria de la llamada marcha por la defensa de la democracia. Contrario a lo indicado en el nombre del evento, no hubo marchas, sino una masiva concentración frente a Palacio Nacional.

Desde las 9 de la mañana, los primeros asistentes comenzaron a llegar y se les entregaron cientos de pancartas impresas en hojas tamaño tabloide. Entre los mensajes destacaban consignas como «El diálogo democrático construye puentes, el autoritarismo levanta muros».

Algunos letreros estaban dirigidos a la consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, con frases como «Taddei, la ley es la ley».

A pesar de insistir en la convocatoria de que se trataba de un acto apartidista, dirigentes nacionales del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano, estuvieron presentes. Marko Cortés expresó su satisfacción por la participación ciudadana y defendió que el único orador previsto para el evento sea el ex presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien fue aplaudido por haber defendido la autonomía del instituto electoral.

En sus palabras, Cortés Mendoza destacó: «Esto nos llena de esperanza, de saber que vamos a lograr corregir el rumbo de México». Por su parte, Jesús Zambrano afirmó que «los ciudadanos construimos la democracia y las instituciones».

Antes del inicio del acto, los restaurantes de la zona estaban completamente llenos con muchos de los asistentes. Se informó en el sonido del evento que aproximadamente 700 mil personas acudieron a la concentración.

A nivel nacional, miles de personas marcharon en distintas ciudades como Mérida, Yucatán; Durango; Cancún, Q.Roo; Tlaxcala; León, Guanajuato; Colima; Campeche; San Luis Potosí; en defensa de los organismos autónomos afectados por la iniciativa de reforma enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el pasado 5 de febrero. Cerca de 300 personas marcharon en Pachuca, Hidalgo, y 500 en Querétaro, donde se denominó la jornada como «nacional por la democracia», suman a las miles de personas marcharon con consignas en contra de las iniciativas constitucionales y la creciente violencia en el país, responsabilizando al presidente de la república. Ambas marchas fueron pacíficas y los participantes expresaron sus demandas a través de pancartas y mantas.