La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) desplegó un equipo para investigar muertes inusuales de ganado en el Valle de Tulancingo, Hidalgo. Ante el alarmante número de fallecimientos reportados por los productores locales, la Sader ha coordinado un estudio epidemiológico exhaustivo en la región, abarcando nueve propiedades con un total de 85 bovinos afectados.

Especialistas del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), en colaboración con autoridades locales y estatales, han evaluado la situación en los municipios de Acaxochitlán, Acatlán, Agua Blanca, Tulancingo y Metepec para investigar las muertes de bovinos reportadas.

Según los reportes de los productores, se han notificado 57 muertes de bovinos, quienes presentaron síntomas como apatía, producción excesiva de saliva y disminución en su producción. Tras un minucioso análisis epidemiológico, los especialistas veterinarios del Senasica descubrieron un factor común: la alimentación de los animales con una dieta que contenía pollinaza, es decir, excremento de pollos de engorda.

La eliminación de la pollinaza de la dieta del ganado resultó en la detección de las muertes, sugiriendo que la alta concentración de este alimento pudo haber sido la causa principal. Para investigar más a fondo, se llevaron a cabo inspecciones clínicas y necropsias en dos bovinos, con el fin de recolectar muestras que permitan establecer las causas exactas de los fallecimientos en el laboratorio.

Los veterinarios de la Comisión México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades Exóticas de los Animales (CPA) recomendaron el entierro de los cadáveres con cal en las fincas para su disposición sanitaria, con el objetivo de evitar su consumo o utilización posterior.

Además, se han tomado muestras del alimento contaminado con pollinaza para su análisis en el Centro Nacional de Referencia en Parasitología Animal y Tecnología Analítica (Cenapa) del Senasica. En este laboratorio se realizarán pruebas toxicológicas para detectar posibles residuos de plaguicidas u otros compuestos nocivos para los rumiantes, con el fin de determinar con precisión la causa de las muertes y prevenir futuros incidentes similares en la región del Valle de Tulancingo.