En un acto cargado de emoción y nostalgia, cientos de seguidores del manga japonés Dragón Ball se congregaron en la sede del Reloj Monumental, situada en la explanada de la plaza Independencia de Pachuca, Hidalgo, para rendir un sentido homenaje al legendario creador de la serie, Akira Toriyama, quien partió el pasado 1 de marzo.

Entre lágrimas y risas, los fieles seguidores entonaron las icónicas canciones de la serie, desde el entrañable «Chala Head Chala» hasta el enérgico «We Gotta Power», rememorando así los momentos más memorables que la serie les brindó a lo largo de los años.

La atmósfera se llenó de energía cuando los fans recrearon dos de los movimientos más característicos del protagonista principal, Gokú: el famoso «Kamehameha» y la épica «Genkidama». Los presentes, ataviados mayoritariamente con prendas que exhibían imágenes de sus personajes favoritos, demostraron su devoción al transformarse en sus héroes y villanos preferidos, desde el propio Gokú hasta el temible Vegeta.

La creatividad no tuvo límites durante este tributo, ya que algunos asistentes exhibieron dragones elaborados con cartón, demostrando así la profundidad del impacto que la obra de Toriyama tuvo en sus vidas.

Akira Toriyama, reconocido como un maestro del manga y diseñador de personajes de renombre mundial, dejó un legado imborrable con obras como Dr. Slump y, por supuesto, el épico universo de Dragón Ball. Su trayectoria como mangaka se inició con humildad, publicando sus primeras creaciones en la revista Shukan Shonen Jump de Shueisha. Desde entonces, sus personajes han cautivado a audiencias de todas las edades en todo el mundo, convirtiéndose en íconos de la cultura pop japonesa.

El homenaje a Toriyama no solo fue un tributo a su genio creativo, sino también un testimonio del profundo impacto emocional que su obra ha tenido en la vida de tantas personas alrededor del mundo. Aunque su presencia física ya no esté entre nosotros, su legado perdurará en los corazones de sus seguidores, quienes seguirán recordándolo y celebrando su obra por generaciones venideras.