Impulso a la educación preescolar en Huejutla con sesiones de orientación
Por:
Jair Velazquez
19 de marzo de 2024, a las 16:21
En un esfuerzo continuo por mejorar la calidad y la eficacia de la educación preescolar en México, la Dirección General de Desarrollo Curricular (DGDC), en colaboración con académicos de la Dirección de Investigación Educativa (DIE) y la Dirección de Educación Preescolar, ha lanzado un ciclo de sesiones de orientación sobre la Evaluación Formativa en el Aula. Este importante programa se está llevando a cabo en la región de Huejutla, enfocándose en el equipo directivo y las educadoras de la zona.
El objetivo principal de estas sesiones es implementar y fortalecer la Nueva Escuela Mexicana, un proyecto educativo que busca transformar y modernizar la educación en el país, adaptándola a las necesidades del siglo XXI. La Evaluación Formativa, una metodología centrada en el seguimiento continuo del proceso de aprendizaje de los alumnos, es fundamental dentro de este enfoque. Permite a los educadores ajustar sus métodos de enseñanza de manera dinámica para responder mejor a las necesidades individuales de cada estudiante.
Durante las sesiones, los líderes educativos y las educadoras de preescolar reciben asesoramiento detallado y práctico sobre cómo aplicar esta forma de evaluación de manera efectiva en sus aulas. Se enfatiza la importancia de crear un ambiente de aprendizaje que fomente el desarrollo integral de los niños, no solo en términos académicos, sino también emocionales y sociales.
Asimismo, los facilitadores de la DGDC y la DIE utilizan una variedad de estrategias pedagógicas para demostrar cómo la Evaluación Formativa puede integrarse en el día a día escolar. Desde actividades grupales hasta juegos y tareas dirigidas, los educadores aprenden a identificar y cultivar las habilidades y capacidades de cada niño, asegurándose de que el aprendizaje sea a la vez inclusivo y efectivo.
Uno de los aspectos más destacados de estas sesiones es la participación activa del personal docente, quien no solo aprende nuevas técnicas, sino que también comparte experiencias y retos enfrentados en el aula. Esta interacción enriquece el aprendizaje mutuo y ayuda a construir una comunidad de práctica sólida y colaborativa entre los profesionales de la educación preescolar.