Una marea de músicos inundó las principales avenidas de Mazatlán este 27 de marzo, en una enérgica protesta contra la decisión de algunos hoteleros de prohibir la contratación de bandas norteñas en las playas. Esta medida, justificada bajo el argumento de que la música genera ruido y perturba el descanso de los turistas, ha desatado una ola de indignación en la comunidad musical de la región.

Armados con una diversidad de instrumentos musicales y entonando canciones populares, cientos de músicos se congregaron en la Zona Dorada de Mazatlán para hacer escuchar su voz. Para muchos de ellos, trabajar en las playas es más que una tradición, es su principal fuente de ingresos, el sustento que alimenta a sus familias.

«Esta es la primera vez que marchamos, pero habrá más, si esto no se detiene, habrá más manifestaciones», expresó uno de los músicos, mientras sostenía una pancarta que rezaba «Déjennos trabajar en la playa». La determinación y el sentido de urgencia en las calles reflejaban la profunda preocupación de estos artistas ante una medida que podría poner en riesgo su subsistencia.

A pesar del carácter pacífico de la marcha, la presencia de policías locales tratando de persuadir a los músicos provocó momentos de tensión. Algunos enfrentamientos verbales y hasta físicos surgieron en el calor del momento, sin que las autoridades lograran contener a los manifestantes.

¿POR QUÉ PROHIBIERON LAS BANDAS EN LAS PLAYAS?

La controversia se encendió cuando la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Mazatlán respaldó una circular de la concesionaria ‘Camino al Mar’, en la que se establecía de manera tajante: «Está prohibida la contratación de cualquier grupo musical o banda en el área de playa». Esta decisión fue apoyada por voces prominentes como la de Ernesto Coppel Kelly, propietario de la cadena de hoteles Pueblo Bonito, quien calificó la música de banda en las playas como algo que hace parecer a Mazatlán «un destino turístico chafa».

Las autoridades locales intentaron mediar en el conflicto proponiendo un horario restringido para las presentaciones musicales en las playas, limitando el periodo de 10:00 AM a 7:00 PM. Sin embargo, ni las bandas ni los empresarios hoteleros estuvieron de acuerdo con esta solución a medias.

Para los músicos, la restricción de horarios representa un golpe directo a sus ingresos, ya que muchas de sus presentaciones se llevan a cabo durante las noches, cuando el ambiente festivo atrae a turistas y locales por igual. Por otro lado, los hoteleros argumentan que la música ruidosa y constante afecta la experiencia de descanso de los visitantes, especialmente aquellos que buscan un ambiente más tranquilo y relajado.

Con información de EL DEBATE – Sinaloa.