Valencia: Ya son más de 150 personas sin vida tras la DANA

La provincia de Valencia vive una de las catástrofes naturales más devastadoras del siglo, tras las lluvias torrenciales y el paso de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que, en 48 horas, ha dejado 158 fallecidos, decenas de miles de damnificados y daños colosales en infraestructuras, equipamientos y el sector agrícola. La tragedia ha derivado en una emergencia nacional que aún está lejos de ser controlada, con miles de habitantes afectados por la falta de agua potable, electricidad y servicios básicos, sumando a la angustia la imposibilidad de encontrar a sus seres queridos desaparecidos.

La situación es crítica en al menos 20 municipios valencianos, donde 366,000 personas permanecen sin acceso a agua potable, y las comunicaciones aún son limitadas: solo el 45% del servicio fijo y el 30% del móvil han sido restablecidos. Mientras los residentes intentan atravesar el barro para buscar víveres y herramientas en áreas menos afectadas, escenas desgarradoras continúan sucediendo, como el hallazgo del cuerpo de un hombre de 83 años en su coche en la A-3 Valencia-Madrid. Hasta el momento, se han identificado múltiples víctimas atrapadas en vehículos y zonas bajas de viviendas; uno de los descubrimientos más dolorosos fue el de ocho personas ahogadas en el garaje de la pedanía de La Torre, en Valencia.

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Asistencia y críticas ante la tragedia

En un intento de agilizar las labores de rescate, el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, solicitó refuerzos al Ejército, que ha desplegado 500 efectivos adicionales a los 1,200 ya activos en la región. Mazón agradeció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por su rápida llegada a la zona afectada y el compromiso con los damnificados, destacando que el Gobierno no escatimará esfuerzos para apoyar el rescate y la recuperación en la zona.

En contraste, el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha aprovechado la catástrofe para criticar la falta de previsión y responsabilidad en la gestión, cuestionando la respuesta de la Agencia Estatal de Meteorología y las confederaciones hidrográficas, ambas bajo control del Gobierno. Sin embargo, Mazón mantuvo un tono conciliador y enfatizó la importancia de la colaboración en estos momentos difíciles.

Desesperación y saqueos en medio del caos

El impacto de la catástrofe no ha terminado. Con barrios como La Torre, Paiporta y Picanya sumidos en el barro, residentes cruzan puentes sobre el río Turia a pie, cargando comida, agua y herramientas para limpiar sus hogares. A pesar de los intentos de las autoridades de mantener el orden, han surgido incidentes de saqueo en establecimientos comerciales devastados, lo que ha llevado a la detención de unas 50 personas. La Fiscalía de Valencia ha endurecido las sanciones con agravantes de catástrofe, y el juez de guardia en Torrent ha ordenado prisión provisional para cuatro acusados.

Balance provisional y esfuerzos de recuperación

El balance de víctimas continúa creciendo. En la localidad de Paiporta, de 25,000 habitantes, ya se han registrado 45 fallecidos; en Massanasa, con 9,500 habitantes, la cifra asciende a 12; mientras que otras localidades, como Catarroja, Torrent y Utiel, han sufrido pérdidas humanas similares. Las autoridades locales han anunciado un primer paquete de ayudas por valor de 250 millones de euros para atender las necesidades inmediatas de los damnificados, incluyendo ayudas de 6,000 euros por afectado para reemplazar muebles y electrodomésticos.

Aunque el foco del temporal se desplazó hacia el sur de Tarragona y la provincia de Castellón, el impacto inicial en Valencia sigue siendo insuperable en términos de destrucción y número de víctimas. Las alertas a través de los móviles a los ciudadanos en Castellón y Tarragona previnieron daños mayores, pues los cauces lograron contener el agua.