Congreso de Hidalgo lucha por controlar aguas residuales

El Congreso del Estado de Hidalgo aprobó una nueva reforma que endurece los requisitos para que las empresas puedan descargar aguas residuales industriales en los ecosistemas hidalguenses. Esta medida busca prohibir tirar residuos líquidos que superen los límites establecidos en las Normas Oficiales Mexicanas, para proteger el medio ambiente y la calidad del agua destinada al consumo humano.

Modificación legal para la protección del Medio Ambiente 

Durante la sesión del Congreso de Hidalgo del 12 de febrero, el diputado José Luis Rodríguez Higareda, presentó la iniciativa en el pleno. Esta reforma modifica el artículo 166 de la Ley para la Protección al Ambiente del Estado de Hidalgo. La modificación incorpora un nuevo artículo que establece la prohibición de las descargas que excedan los parámetros legales.

Sumado a la aprobación de esta reforma, el Congreso de Hidalgo busca endurecer la supervisión de las descargas industriales. Esta acción asegura que las empresas cumplan con normativas ambientales más estrictas. Se busca con ello, evitar daños a cuerpos de agua y ecosistemas naturales.

Ventajas de esta reforma en la industria 

Con estas modificaciones, las empresas deberán cumplir con requisitos más rigurosos para garantizar que sus descargas no superen los límites permitidos. En caso de incumplimiento, podrían enfrentar sanciones que incluirían multas y posibles clausuras.

Además, esta reforma busca proteger el agua destinada al consumo humano. Esto evitaría que los contaminantes lleguen al agua utilizada para abastecer a la población. Esto responde a preocupaciones crecientes sobre la calidad del agua en diversas regiones del estado.

Congreso busca favorecer la sustentabilidad 

El Congreso de Hidalgo refuerza su compromiso con la preservación del medio ambiente mediante esta modificación legal, que busca un equilibrio entre el desarrollo industrial y la sustentabilidad.

Esta reforma se suma a otros esfuerzos legislativos orientados a mejorar la gestión del agua y prevenir la contaminación de ríos, lagos y mantos acuíferos. La responsabilidad recae ahora en las autoridades para garantizar la correcta aplicación de la norma y en las empresas para ajustar sus procesos y operar bajo los nuevos lineamientos.